Nuestra sociedad ha producido residuos desde casi siempre, en especial en la de hoy en día enfocada al consumo. Para el manejo de residuos, ha sido creada la regla de las tres erres (reducir, reutilizar y reciclar). Que si bien, reciclar es la más popular no es la mejor opción y aquí te diremos por qué.
La basura doméstica tiene como destino los vertederos e incineradoras. Pero el problema es que la mayor parte de esa basura son residuos tóxicos que ocupan mucho terreno y contaminan agua y suelos. Pero si son incinerados, entonces también contaminarían la atmósfera con cenizas tóxicas.
La regla de las tres erres
De momento, la mejor forma de evitar la contaminación es aplicando la regla de las tres erres. Es decir, Reducir, Reutilizar y Reciclar, teniendo en cuenta ese orden como importancia.
Reducir
De las tres erres, esta es la más importante. ¿Por qué? Muy simple, al reducir el problema se disminuye el daño causado al medio ambiente. La reducción puede darse en dos sentidos, en la reducción de bienes o energía y suprimir completamente los productos para un solo uso.
Esto más que todo trata de concienciar a las personas, ya que se debe consumir menos. Por ejemplo, al comprar menos, son menos los materiales utilizados como ser energía, agua, materia, prima, etc.
Esto provoca que la contaminación producida por la fabricación, transporte y desecho de un producto se minimice. Por otro lado, si deseas deshacerte de algo que todavía funcione, considera dárselo a alguien que pueda sacarle provecho.

Reutilizar
Esta es la segunda erre más importante, ya que también reduce el daño causado al medio ambiente pero de forma indirecta. Básicamente, consiste en volver a usar un producto para darle otra vida útil.
Cualquier material puede tener más vidas útiles, solo hay que repararlos para darles el mismo uso o aplicar un poco de ingenio para darle otro uso. Por ejemplo, puedes reutilizar una botella de gaseosa con otro propósito, como florero, portavelas, etc.
Pero reutilizar no implica solamente volver a usar un producto que era tuyo. También puedes comprar productos de segunda mano y alargar su vida útil. De esta manera, el consumo de productos nuevos será menor. ¿El resultado? Los contaminantes producidos por el proceso de manufactura se minimizan y también los residuos.

Reciclar
De las tres erres, reciclar es la más famosa. Utilizar envases reciclables pero no biodegradables está de moda. Es decir, se utiliza un producto de un material para fabricar otro similar. Pero esto implica que es necesario emplear personal y energía para su fabricación.
De manera que, en lugar de reutilizar el producto, se reutiliza la materia prima. Si bien esto evita que vaya un vertedero o a parar en el mar. De las tres erres, no es la mejor opción ya que de todas formas emite contaminantes en el proceso de transporte y remanufactura.
Su gran fama viene dada porque es útil para el sistema económico actual que atrapa cualquier expresión de buena voluntad para convertirla en dinero.
El reciclaje solo detiene parte del proceso de contaminación, pero sigue contaminando. Sin embargo, no es una opción que tengamos que descartar ya que algunas veces no se puede reducir o reutilizar. Por ejemplo, una botella de vidrio rota no tiene más opción que ser reciclada.

La mayoría de los productos son reutilizables y reciclables. Pero aún existe un problema, y es que muchas personas tienden a mezclarlos, por lo que se vuelven solo basura.
En resumen, trata en lo posible reducir y reutilizar productos, si no queda otra opción puedes reciclar. Y por supuesto, hay que tener conciencia, es importante separar los productos, agrupar el vidrio en una bolsa, plástico en otra, etc.