Minimalismo para morirse
Vida sencilla

Minimalismo para morirse

Todos hemos hecho una limpieza general alguna vez y aunque es un trabajo que requiere esfuerzo, paciencia y tiempo, la sensación de paz que experimentamos cuando hemos terminado es única. Todo está en orden, limpio; tenemos lo que necesitamos y sabemos lo que tenemos y dónde está. Nuestra mente ya no está ocupada por el desorden y sentimos la calma y la felicidad propias de aquel que sabe dónde está lo verdaderamente importante.

Sin embargo, hay un tipo de limpieza general y minimalismo que son especiales porque están orientados a aquellas personas que están al final de sus vidas. Los habitantes de Suecia lo saben muy bien e incluso le han puesto nombre: “Swedish death cleaning”.

Las personas ancianas, cuando entienden que sus vidas están llegando a su fin, comienzan a poner en orden todas las pertenencias que tienen. Intentan reducir sus posesiones a lo mínimo y regalar todo lo que ya no necesitan, preparándose para uno de los viajes dónde no necesitamos ningún equipaje o maletas que transporten nuestras cosas.

Ventajas del minimalismo para morirse

Seguramente algunas personas pensarán que es bastante triste, pero esta forma de minimalismo tiene también algunas ventajas que no podemos olvidar:
  • Es la propia persona la que decide qué hacer con cada uno de sus objetos, en lugar de trasladar esa responsabilidad a su familia, que tendrá que dedicar innumerables horas y esfuerzo a decidir quién es mejor que conserve algunos de esos recuerdos familiares.
  • Se puede emplear todo el tiempo que sea necesario, recordando y rememorando el uso que se dio a determinadas cosas, lo felices que nos hicieron y la importancia que tuvieron en nuestras vidas. Lamentablemente, cuando las familias pierden a un ser querido, es frecuente que el dolor del duelo impida disfrutar de esas vivencias y muchas veces se toman decisiones de las que nos arrepentimos poco tiempo después.
  • Podemos ordenar y dejar al alcance aquellas cosas que nuestra familia puede necesitar cuando nosotros ya no estemos. Documentos legales, contraseñas, recibos, números de teléfono… Tener este tipo de cosas preparadas facilitará mucho la vida de nuestros seres queridos, que podrá llevar a cabo cualquier trámite necesario con mas facilidad.

Dejar ir lo que nos lastra

Es comprensible que aquellas personas que están al final de sus vidas tengan interés por hacer una última limpieza general pero lamentablemente, nunca sabemos realmente cuándo nos iremos para siempre de este mundo.
No tiene sentido empezar a regalar todas nuestras posesiones pero sí que hay algunas cosas que pueden ser de utilidad para todos independientemente de la edad que tengamos.
Valorar nuestros recuerdos y vivirlos, tener los documentos importantes a mano y no esperar a mañana para dejar ir aquellas cosas que nos lastran y que ocupan espacio físico que no hay que llenar por llenar.
Si te interesa este tema, Margareta Magnusson escribió un libro titulado “The Gentle Art of Swedish Death Cleaning” que merece mucho la pena leer… o regalar a aquellas personas que quizá estén perdiendo el valioso tiempo de vida en limpiar, ordenar y volver a limpiar objetos que no utilizan.
Mundo Slow recomienda, como siempre, la versión electrónica del libro para que no ocupe ni un ápice de tu estantería y puedas llevarlo contigo sin que pese absolutamente nada 🙂

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